San Juan de Dios hace un llamamiento a la reflexión sobre la desprotección añadida que sufren muchas personas sin hogar por realidades que agravan la situación de vulnerabilidad, como son la precariedad en el empleo juvenil, la violencia machista o la enfermedad mental

A través de sus doce centros residenciales y plazas en pisos, San Juan de Dios acogió en 2022 a casi 4.000 personas en situación de sin hogar en España. En el Centro de Acogida San Juan de Dios, ofrecimos atención social y residencial a 58 personas. Y el programa de higiene, lavandería y vestuario atendió a más de 300 personas.

El sinhogarismo es una realidad social que habita a lo largo y ancho del país y que, tradicionalmente, se representaba en el imaginario colectivo con el rostro de un varón de mediana edad, casi siempre drogodependiente o alcohólico. Sin embargo, el de hoy es un perfil que no siempre va asociado a esa imagen y sí a la de otros factores que emergen socialmente y contribuyen a la desprotección y a la vulnerabilidad, como son la precaridad en la empleabilidad juvenil, la discriminación y violencia de género y los problemas de salud mental.

Desde la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios se viene observando un aumento significativo en la atención a jóvenes en situación de sin hogar, esto es, personas menores de 30 años en situación de vulnerabilidad. Este incremento coincide con el que se desprende de la encuesta sobre Personas Sin Hogar 2022 publicada por el instituto Nacional de Estadística (INE), que señala que desde 2012 el sinhogarismo juvenil ha aumentado en un 36%.

“Nos encontramos ante unos indicadores alarmantes, puesto que se trata de realidades emergentes que no podemos calificar de transitorias, pues estamos constatando un incremento constante de jóvenes que necesitan de recursos residenciales, entre otros muchos, para poder afrontar el futuro. Tras estas realidades encontramos una situación de precariedad laboral, un incremento insostenible del precio de alquiler y una falta de red social sobre las que instituciones y Administraciones Públicas debemos hacer una profunda reflexión y acordar un pacto nacional de amplio espectro que tapone esta hemorragia social y ofrezca soluciones estructurales más eficientes”.

Coordinador del ámbito Social de San Juan de Dios en España, Salvador Maneu.